Pasear el perro, jugar con los niños, subir las escaleras en lugar de coger el ascensor, meter un acelerón para que no se nos escape el bus. El listón de actividad física nunca estuvo tan bajo y la falta de tiempo para entrenar ya no puede ser usada como excusa. Ahora hacer poco ya es más que nada. Dosis cortas de ejercicio intenso son suficientes para vivir más años.

Las directrices de la Organización Mundial de la Salud 2020 sobre actividad física y comportamiento sedentario establecen que los adultos, con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años, deberían invertir en movimiento entre 150 – 300 minutos semanales. Sin embargo, una nueva investigación realizada por la Universidad de Sídney (Australia) revela que ráfagas breves, de lo que ahora se denomina actividad física vigorosa intermitente de estilo de vida (VILPA), podrían reducir en 18% el riesgo de mortalidad por cáncer y por todas las causas.

En el estudio, publicado en la European Heart Journal, participaron más de 25.000 adultos no deportistas de Reino Unido con una edad media de 62 años. La finalidad era medir con precisión el movimiento y la intensidad del ejercicio. Para ello fueron utilizados dispositivos como pulseras y relojes inteligentes. Los datos, recopilados durante casi siete años por los doctores Matthew N Ahmadi y Emmanuel Stamakys , sugieren que con dos minutos de actividad física cotidiana vigorosa podemos conseguir mucho.

Con esta investigación, la frase ‘el deporte es la mejor medicina’ se hace más evidente que nunca. Los hallazgos obtenidos concluyen que acumular pequeñas cantidades de actividad física durante el día a una intensidad adecuada nos mantiene activos y prolonga la vida. Y si ampliamos ese tiempo, hasta aproximadamente los 50-60 minutos por semana, reduciremos un 40% el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular.

No importa lo que hagas, todo cuenta. Introducir en tu día a día periodos cortos de actividad física intensa siempre van a tener impacto positivo. «Hasta el simple gesto de levantarnos de la silla durante nuestra jornada laboral para dar pequeños paseos». No hay duda de que, cuanto más movimiento acumulemos al largo de la semana, más serán los beneficios extras a la salud.