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Quien no ha escuchado a una amiga decir lo mucho que le gustaría deshacerse de los michelines de la barriga, adelgazar un poco los brazos o solo reducir unos cuantos centímetros en los muslos. Por desgracia, no hay crema reductora que valga y el ejercicio por si solo no basta. Acumular grasa en áreas concretas del cuerpo forma parte de la naturaleza humana y no hay ningún milagro que nos permita eliminarla. La realidad es que el proceso de la pérdida de grasa de puntos localizados es algo global.

La grasa se almacena en el organismo en forma de triglicéridos, que se reservan para ser utilizados como fuente de energía. Sin embargo, antes de ser quemados, los triglicéridos deben ser divididos en secciones más pequeñas llamadas ácidos grasos libres y glicerol, para que puedan ingresar al torrente sanguíneo. Cuando hacemos ejercicio, estas moléculas utilizadas como combustible pueden provenir de cualquier parte del cuerpo, no específicamente de la zona que se está trabajando.

Aportar al cuerpo menos calorías de las que quemas
es clave para reducir el porcentaje de grasa (Foto Vitónica)

¿Por qué acumulamos grasa?

La respuesta puede parecer sencilla: porque consumimos más calorías de las que gastamos. Sin embargo, no se puede olvidar que “el género, la edad, la genética y el estilo de vida juegan un papel importante en el aumento de peso y la acumulación de áreas de grasa corporal”. Entonces, ¿cuál es la clave para conseguir reducir el porcentaje de grasa? Buscar el déficit calórico, es decir, seguir un plan de alimentación saludable y aportar al cuerpo menos calorías de las que quemas. Todo ello combinado con la práctica regular de actividad física adaptada a las circunstancias de cada persona.

Entrena también la fuerza

Hacer ejercicio es una forma eficaz de favorecer el déficit calórico siempre y cuando se realice una rutina bien diseñada y supervisada por un profesional capacitado. Elige ejercicios que involucren a varios grupos musculares, en vez de centrarse en una sola zona del cuerpo. También se recomienda combinar la actividad cardiovascular con un entrenamiento de fuerza. De esta manera, conseguirás no solo mejorar la masa muscular sino que también aumentar la cantidad de energía que quemas en reposo.

2 comentarios

  1. Buena explicación! También es importante tener una entrenadora que te motive, en mi caso yo la tengo y hace que todo el esfuerzo sea más fácil y divertido

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louzada.claudia@gmail.com

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