Se ha convertido en una práctica habitual en el gimnasio. Algunos deportistas incluso la consideran como una parte esencial del entrenamiento. La música nos mueve y libera endorfinas, la hormona de la felicidad. Su aportación en el terreno deportivo va aún más allá: una lista de canciones seleccionadas por su melodia y ritmo pueden aumentar la motivación y mejorar el rendimiento deportivo.
¿Has notado que cuando escuchas música mientras haces ejercicio te cuesta menos esfuerzo y te motivas más? No es solo una percepción. Este efecto tiene una explicación. Al sincronizar ritmo y movimiento, el cerebro experimenta cambios que disminuyen el volumen del cansancio percibido. «Los mensajes de fatiga se mandan igualmente al cerebro pero éste está distraído gracias a la música y se producen cambios en la actividad del giro frontal interior de nuestra cabeza», relacionan en un artículo publicado por cmdsport.com. Se trata de la cualidad disociativa que posee la música, capaz de influenciar hasta las personas poco activas.
Subir las pulsaciones es la clave
Independiente del estilo de música elegido, subir las pulsaciones es la clave para incrementar la efectividad de cada ejercicio. “La música, con tempo elevado y constante, nos ayuda a llevar o seguir un ritmo concreto, sea en el deporte que sea”, reconoce el periodista radiofónico Edu Salas, de Rock FM. Según los expertos, las canciones con un tiempo de 125-140 ppm (pulsos por minutos) son las más recomendables ya que reducen el consumo de oxígeno un 7 %, así como el coste metabólico.
Genera sentimientos y sensaciones
Escuchar temas que han marcado una época, que hacen recordar una escena concreta de una película o que evoquen momentos agradables también ayuda a mejorar la técnica deportiva y las habilidades motoras. Sin olvidar la capacidad de hacernos conectar con nuestras emociones. “La música genera profundos sentimientos y sensaciones, por lo que algunas melodías se llegan a convertir en parte de nuestra historia vital”, comentan en artículo publicado en abc.es. Y no menos importante es el efecto ‘dopante’ de algunas letras sobre los deportistas, que posibilita visualizar el triunfo y hacer con que uno se sienta casi invencible.
Ahora que ya conoces los beneficios de escuchar música mientras prácticas actividad física, prepara una selección musical que te motive, ponte los auriculares, pulsa Play y déjate llevar.