Ser constante en el gym va más allá que establecer la meta y querer cumplirla

Apuntarse al gimnasio está entre las metas más comunes fijadas a cada comienzo de año. Talvez logres ir un par de semanas pero pasado un mes la motivación ya no es la misma, surgen las excusas y el auto sabotaje. Es cierto que para obtener resultados positivos se necesita tiempo, esfuerzo y disciplina. Sin embargo, ser constante no es solo una cuestión de establecer la meta y querer cumplirla. Son varios los factores que determinan el éxito de tu propósito. Descubre en el Diario de una Deportista algunas estrategias para evitar el abandono del gym y convertir el deporte en un hábito.

Crecimiento a ritmo histórico

El sector de fitness y wellness sigue siendo una de las industrias más grandes y de rápido crecimiento del mundo. La nueva investigación del Global Wellness Institute revela que el mercado está creciendo a un ritmo histórico. El valor global actual estimado es de 595 billones de dólares, un aumento de 4.8% desde 2015-2017. No hay dudas de que se trata de un gran negocio ya que a los seis meses mitad de las personas que se apuntan al gimnasio lo abandona con la misma facilidad con que empezó. Sin olvidar los que acuden al mismo en épocas concretas o los que pagan la membresía sin ir ni un solo día.

Elige el gim y el horario adecuado

Al contrario de lo que piensas, ser constante en el gym no es tan complicado. Antes de empezar, se recomienda “establecer ciertas pautas que ayuden a incorporar progresivamente el deporte a la rutina diaria como una herramienta para cuidar la salud, tanto física como psicológica”. Empieza eligiendo el gimnasio más conveniente para ti: el que esté cerca de casa, del trabajo o el que está de camino. Escoge el horario más adecuado y que favorezca tu bienestar. Aunque dependa de tus preferencias y disponibilidad, evita hacer ejercicio muy cercano a tu hora de dormir para que la activación que provoca la actividad física no afecte tu descanso.

Define meta y objetivos realistas

Ponte una meta y define objetivos realistas. Pregúntate y escribe cuando irás al gimnasio y cuanto tiempo dedicarás al día para el entrenamiento. Saber para que vas al gym y que resultados esperas es fundamental para aclarar las expectativas y facilitar el diseño de tu rutina. También se aconseja plantear objetivos a corto plazo pero con visión a medio y largo plazo. Tener una espalda musculosa o marcar el six pack requiere de tiempo y constancia. Por ello empieza, por ejemplo, practicando deporte tres veces a la semana y ve aumentando la intensidad de forma progresiva y segura.

Pide ayuda a un entrenador capacitado

Encuentra una actividad que te motive y que más se ajuste a tus necesidades. El entrenamiento no tiene porque limitarse a los ejercicios en máquina, se puede combinar con un trabajo funcional, clases colectivas o con un entrenamiento de fuerza. Y sobre todo pide ayuda a un profesional, quien te va a preparar una rutina adecuada a tus capacidades físicas, medir la efectividad de los ejercicios y evaluar los progresos. Contar con el asesoramiento de un entrenador capacitado te proporcionará una buena experiencia en el gimnasio y te ayudará a ser perseverante en la búsqueda de tu propósito.

Ahora que ya has aprendido como encontrar y gestionar tu motivación, aparca todos aquellos factores que te empujan o te atan al sedentarismo, ponte los auriculares con música, ve al gym y disfruta de tu entreno.