Sea porque te vas de vacaciones, sea porque estás cansado o desmotivado, sea porque te ha surgido una causa de fuerza mayor, como una lesión. No importa el motivo, el caso es que, aunque no lo tengas previsto, en ocasiones tendrás que interrumpir tu rutina fitness y el cuerpo al final pagará las consecuencias. Y ante la situación surge el interrogante: ¿qué sucede si dejo de entrenar? La respuesta es individual y depende sobre todo de tu nivel físico actual y del historial de entrenamientos.
La inactividad de la actividad física causa el efecto del desentrenamiento, que consiste en la pérdida parcial o completa de los beneficios adquiridos con la práctica regular de ejercicio. Lamentablemente, la disminución del rendimiento deportivo se produce de manera mucho más rápida que las ganancias. Sin embargo, la velocidad con que se pierde y se recupera el estado físico no es igual para todo el mundo. El parón deportivo suele ser más perjudicial para los atletas más desarrollados. “Los principiantes pierden más lentamente, pero recuperar el nivel de rendimiento anterior también será más lento. En cambio, los atletas más experimentados pierden más rápido su nivel físico, pero recuperarán su rendimiento más rápido», explican en musculaciontotal.com.
Cuando empiezas a perder las adaptaciones
El consumo máximo de oxígeno (VO2 máx.) es uno de los principales parámetros a deteriorarse cuando se produce el desentrenamiento. Si dejas de hacer ejercicio durante una semana no habrá reducción de masa muscular o de resistencia pero, tras dos semanas de inactividad, la capacidad aeróbica se ve afectada “debido una menor capacidad cardíaca y una disminución del volumen sanguíneo”. A la tercera semana de parón el metabolismo se vuelve menos eficaz y los músculos empiezan a perder potencia. Si pasas más de cuatro semanas sin realizar actividad física, notarás una pérdida significativa de las adaptaciones logradas con el entrenamiento.
Mejor enfocar en los hábitos nutricionales
Si no puedes evitar que la inactividad física se prolongue durante más de tres semanas, es recomendable enfocar en los hábitos nutricionales. Comer la proteína suficiente favorece la reconstrucción de los músculos y ayuda a reducir el catabolismo muscular, aunque no estés entrenando. Por otro lado, es importante controlar el consumo de hidratos de carbono y de grasas ya que, debido al desentrenamiento, el metabolismo se ralentiza y disminuyen los requerimientos de energía. Una buena opción para minimizar los efectos negativos de la inactividad absoluta es mantener una rutina que resulte un estímulo para tu cuerpo, como caminar o nadar.
Que razon lleva este articulo sobre si dejamos de practicar ejercicio durante unos dias, se nota muchisimo cuando vuelves a comenzar de nuevo, lo mejor es no fallar en la rutina semanal. saludos
Muchas gracias, Luis, por tus aportaciones y por dedicar parte de tu tiempo a esta lectura. Un saludo.