Han subido las temperaturas, el día se te hace más cansado y te falta motivación para cumplir con tu rutina de entrenamiento. Te apetece algo más refrescante. Apta para todos los públicos y poco agresiva con las articulaciones, la natación puede ser la opción ideal para divertirse y ponerse en forma durante el verano. Desde el Diario de una Deportista te contamos lo fácil que es conseguir resultados con esta actividad acuática y los beneficios que la misma trae para tu salud.
Solo, con tus compañeros del gimnasio, con amigos o con la familia, cualquier momento y lugar son buenos para darse un chapuzón y entrenar todo el cuerpo. Considerado el deporte más completo, la natación es de aprendizaje sencillo y brinda la movilidad a todos los músculos. Además, ayuda a despejar la mente, a relajar y a mejorar la memoria. Para descubrir cada uno de los beneficios que puede llegar a ofrecerte este deporte, los especialistas recomiendan practicarlo una o dos veces por semana, en sesiones de 30 a 45 minutos.
Beneficiosa para aumentar la masa muscular, la resistencia y capacidad de movimiento, la natación fortalece la columna y actúa en la prevención de dolores de espalda. Ofrece menor impacto en las articulaciones y el riesgo de tener lesiones es muy bajo. “La razón es sencilla: en el agua no hay gravedad, y por lo tanto los músculos se relajan más y las articulaciones no sufren porque no hay ningún tipo de impacto contra el suelo”, explican desde evaparalamujer.com .
A nivel del sistema cardiovascular, la natación permite que el corazón se fortalezca y pierda la grasa que lo rodea. Cuando lleves un tiempo entrenando, notarás una mejor oxigenación a través de una respiración eficiente. También irás percibir como la presión del agua ejerce una importante acción de drenaje, por lo que podrás decir adiós a los edemas y a las piernas pesadas. Sin mencionar el descanso mental y la natural sensación de felicidad después sentida de algunos minutos de esfuerzo físico.
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