Tenemos un montón de músculos en la espalda pero siempre nos centramos en definir piernas, brazos y marcar six-pack. Lo que mucha gente no sabe o se olvida es que esta es una de las zonas corporales más importantes de entrenar en términos de funcionalidad y estabilidad. Un desarrollo armonioso de toda su musculatura superficial y profunda implica algo más que lucir una espalda bonita: nos permite mantener la salud de nuestra columna vertebral.
Los músculos de la espalda están implicados en casi todos los movimientos. Son ellos los que nos ayudan adoptar una buena postura corporal, a levantar más peso y a realizar con más efectividad ejercicios como la sentadilla, por ejemplo. Por lo tanto, si esta zona está débil, todo el cuerpo acaba sufriendo. «Descuidamos nuestra espalda, un área en la que rara vez pensamos. Y es un gran problema, sobre todo cuando hablamos de los músculos en la parte inferior que protegen la columna vertebral», alerta el entrenador personal Ian Creighton
Dejar de trabajar la musculatura dorsal no solamente provoca un desequilibrio muscular sino que determina la aparición de dolores y las tan frecuentes actitudes cifóticas. “Esta postura redondeada y en forma de “C” de nuestra espalda se produce por un fortalecimiento y acortamiento, entre otros músculos, del pectoral mayor, junto a un debilitamiento y elongación de los músculos de la espalda, con una falta de activación de la cintura escapular”, explica Jose Miguel del Castillo Molina, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte.
Saber elegir la rutina con una técnica correcta es clave para que la espalda se desarrolle sin que padezcas molestias o lesiones. Pero antes de ponerla en marcha hay que tener en cuenta factores como la edad, el biotipo, la experiencia y el objetivo. “Además, dentro de cada rutina, no hay que olvidar que según se avanza, se dispone de multitud de técnicas de intensificación del esfuerzo”, añade Molina.
Para conseguir una espalda sana, esculpida y tonificada se recomienda ejercicios como dominada, remo, superman, nadador, deslizamientos de pared, puente y ángel invertido. Antes de entrenar realiza una rutina de acondicionamiento. Del mismo modo es importante que, luego de terminar los ejercicios, realices una rutina de estiramientos.
Comparte este artículo con tus amigos.