¿Haces ejercicio cada día pero la báscula no refleja lo que quieres ver? Parece lógico pensar que al empezar hacer ejercicio adelgazarás con facilidad y que pronto te pondrás en forma. Sin embargo, no ocurre así. Existen varios motivos que explican por qué no consigues bajar de talla. Desde el Diario de una Deportista te damos algunos consejos que te ayudarán a lidiar con esta situación y a seguir buscando tu mejor versión.

Para que tu rutina deportiva de sus frutos es esencial que cuides la alimentación. No por quemar calorías en el gimnasio puedes permitirte comer más. Ingerir más calorías que las gastadas durante el ejercicio puede tirar el esfuerzo por la borda. Si buscas perder grasa, debes generar un déficit energético. Esto significa que el consumo de calorias tiene que ser inferior al gasto energético. Asi que haz del control en la mesa tu gran aliado. 

Cuida tu higiene del sueño

Si estás apostando por una reducación nutricional, y así mismo no consigues los resultados esperados, quizá no estás descansando lo suficiente. Una carencia de sueño «afecta a la producción de dos hormonas – grelina y leptina– que influyen en el apetito«. No solo sentirás más hambre, sino que cayerás en la tentación de consumir alimentos grasos y azucarados para sentirte saciad@. Por lo tanto, tener una buena higiene del sueño es clave para que tu metabolismo trabaje bien.

Sal de la zona de confort

Los cambios a veces cuestan pero puede que esto sea precisamente lo que necesitas. Entrenar siempre igual lleva al estancamiento y hace con que la rutina deje de ser eficaz. No se trata de cada día probar un plan fitness diferente sino de atreverte a salir de la zona de confort si ves que no progresas. Combina diferentes intensidades y no te olvides incrementar la fuerza para mejorar la masa muscular. Además, activar la fuerza muscular también contribuye para el gasto calórico.

Ten paciencia

El ser humano estamos acostumbrados a la inmediatez y esto no se puede aplicar en todo. El cuerpo necesita tiempo para asimilar el cambio de hábitos. Incluso, en las primeras semanas, se puede dar el caso del aumento de la masa muscular. «Tu cuerpo comienza a adaptarse al ejercicio creando más tejidos como el muscular y acumulando más energía como el glucógeno», explican en vitonica.com. Por eso, mantén la calma y se perseverante. Y más que poner foco en lo que muestra la báscula, pon atención en lo que ves y como te sientes.