¿Andar o correr? ¿Qué es mejor para la salud? La acción de correr supone siempre una práctica más vigorosa. Pero no siempre andando se queman menos calorías. Hay varias formas de caminar que elevan la exigencia física. Si buscas un mayor gasto energético, deberías probar el Nordic Walking (marcha nórdica). Más que pasos, esta disciplina destaca por el concepto de movimiento evolucionado, efectivo y beneficioso.
Caminar sin nieve
La marcha nórdica se originó en Finlandia, en los años 30, como entrenamiento fuera de temporada para los esquiadores de fondo. Con el apoyo de bastones, los profesionales se fueran adaptando al hecho de caminar sin nieve. El método les permitía llegar mejor preparados a las etapas de competición. En 2016 la marcha nórdica fue reconocida por la Federación Española de Deporte. Actualmente, su práctica puede ser vista tanto en espacios naturales como en circuitos urbanos.
Desarrollar la amplitud
Se camina con dos bastones especialmente diseñados para la modalidad. Los movimientos que componen la marcha nórdica recuerdan los movimientos de la caminata convencional. La diferencia está en que con los palos se puede aumentar la amplitud de la zancada y ganar velocidad. Antes de convertirse en un auténtico walker, es importante aprender la técnica y regular los bastones a la altura adecuada. «Solo con ellos lograremos alinear correctamente la columna vertebral y desarrollar la amplitud de brazos o la rotación de hombros y cadera perfecta», explica Patricia Ripoll de la Escuela de Walkers Montemar.
Activa 90% de la musculatura
Gracias al empuje de los bastones, la marcha nórdica incluye no sólo la acción de las piernas sino también del tren superior del cuerpo. «Digamos que en este deporte los que mandan son los brazos«, señala Peli Torres, gerente de la Costa Blanca Nordic Walking. Un caminante consigue activar hasta un 90% de la musculatura y consumir un 40% más de energía que la marcha normal. La técnica requerida también favorece el fortalecimiento de la espalda y ayuda a corregir la postura corporal.
Descarga las articulaciones
Igual que otros tipos de ejercicio aeróbico, la marcha nórdica mejora el sistema cardiovascular, la coordinación y la movilidad. La sobrecarga sobre las articulaciones es menor que el impacto producido en el running. «Los bastones y la técnica de movimiento nos servirán para repartir el impacto en todo el cuerpo», advierten en vitonica.com. Además, es la disciplina deportiva ideal para reducir el estrés y reforzar el sistema inmunológico.
Apta para todas las edades
La marcha nórdica es apta para todas las edades y condiciones físicas. Los niveles de intensidad son perfectamente adaptables. Cualquier persona que desea mantenerse activa y mejorar la calidad de vida puede practicarla. Desde hace años se ha incluido esta disciplina en ensayos médicos para la recuperación de enfermos cardiacos. Su uso también está recomendado a pacientes oncológicos.
es una modalidad deportiva muy recomendable y que te permite aumentar tu capacidad de ejercicio
Gracias por tu recomendación, Albert, y por animar a los demás lectores a probar la actividad.
Interesante esta variante de caminar y hacer ejercicio con los bastones, siempre buscar motivaciones para ejercitarse es la clave.
Así es, Luis.El Nordic Walking es una buena opción para combinar con el trabajo realiado en el gym. Todo cuenta, todo suma. Gracias.