¿Te cuesta trabajo conciliar el sueño? ¿Te despiertas demasiado temprano o varias veces durante la noche? Esta condición se conoce como insomnio y afecta la salud y tu desempeño diario. Generalmente, las píldoras para dormir son la manera más buscada para corregir este problema, pero el uso continuado de medicamentos puede perjudicar la calidad de tu descanso nocturno. ¿Qué hacer, entonces, para combatir el insomnio y lograr un sueño saludable? La respuesta es sencilla y es un remedio natural: practicar deporte.
Según la Organización Mundial de la Salud, un 40% de la población no descansa bien. También lo constata la Unidad de Trastornos del Sueño de la Sociedad Española de Neurología y Cirugía Torácica. Los estudios señalan que en España el 30% de la población sufre insomnio. No a todo el mundo le influye de la misma manera y son varios los factores que pueden estar relacionados a la falta del sueño: el estrés y la ansiedad, cambios en el horario y estilo de vida, el consumo de ciertas sustancias estimulantes o hasta mismo la contaminación electromagnética y tecnológica.
Una manera sana de favorecer un buen descanso y afrontar una nueva jornada con energía es hacer actividad física. Una rutina diaria combinando el trabajo cardiovascular y el ejercicio no aeróbico puede mejorar considerablemente la duración y calidad del sueño. Los expertos recomiendan practicar deporte de forma regular y entre 5 y 6 horas antes de la hora habitual de acostarte. «En la media tarde es cuando se ve más beneficiado por el ciclo natural del sistema hormonal, que pone el cuerpo en condiciones de sacar un mayor provecho al ejercicio», lo explican en artículo publicado en La Vanguardia.
Si la última hora del día es tú único momento para entrenar, elige actividades que trabajen la masa muscular sin esfuerzos violentos y que contribuyan para la relajación física y mental. Al practicar deporte se libera una cantidad de neurotransmisores, como la adrenalina, que desencadena la activación de un estado de alerta. Con ello, aumenta la Frecuencia Cardíaca, el cuerpo se siente más activo y poco dispuesto al descanso. Intentar dormir en este estado probablemente dificultará que tu organismo recobre la capacidad de descanso y consiga un sueño reparador y agradable.