Sofocos, cambios en la distribución de la grasa corporal, debilitamiento del suelo pélvico y alteraciones psíquicas. Es el cuerpo anunciando una nueva etapa en la vida de la mujer: la menopausia. Los signos del cese del ciclo menstrual afectan directamente a la salud femenina y el organismo se revoluciona. Sin embargo, existe una receta válida para aliviar los síntomas menopáusicos. Desde el Diario de una Deportista, te contamos como el ejercicio bien planificado puede contribuir a combatir estos cambios y mejorar la calidad de vida.
Con la llegada de la menopausia se produce una rápida pérdida de masa ósea y muscular. Este proceso natural también genera un aumento del riesgo de fracturas, así como de enfermedades cardiovasculares. A cada mujer le afecta de manera diferente. Algunas la pasarán sin problemas, mientras otras sufrirán un síndrome tolerable. En este caso es muy probable que el ejercicio contribuya a paliar o incluso eliminar los signos. “Hay buenos médicos que saben que si recetan piscina, gimnasio o Pilates, dos días a la semana, se puede quitar la medicación en una proporción muy alta. Hace que los síntomas de la menopausia sean menos y puede que ni aparezcan”, explica Alberto García Bataller, investigador, profesor de INEF y entrenador.
La rutina deportiva debe de ser acorde con la edad y con el estado general u óseo, acompañados de una buena explicación médica y adaptados a la condición física de cada persona. “Ni todos los deportes son adecuados, ni deben realizarse sin una supervisión, ni hay que empezar por correr un maratón”, advierte Bataller. Caminar a mayor velocidad que la del paseo constituye una óptima opción para mujeres en la menopausia o con problemas de osteoporosis. Ya, actividades como montar en bicicleta, correr o nadar están recomendadas para combatir el aumento del riesgo de sufrir un accidente cardíaco.
Durante la menopausia, el suelo pélvico pierde funcionalidad, por lo que son comunes los problemas de incontinencia. Los Hipopresivos, Pilates o Yoga son perfectos para evitar la pérdida de tono muscular en esta zona. Sin olvidar que el entrenamiento de flexibilidad ha demostrado beneficios significativos en esta fase al mejorar el equilibrio y la prevención de caídas, el funcionamiento físico y psicológico. “Si las mujeres comprueban los beneficios que el ejercicio genera en su cuerpo, y en su humor, se mantendrán fieles a la receta deportiva y verán aumentada su calidad de vida”, concluye José Luis Neyro, ginecólogo y divulgador médico.
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